El P. Pierbattista Pizzaballa, nombrado desde el último 24 de junio administrador apostólico de Tierra Santa, en la tarde del sábado, 10 de septiembre en la Catedral de Bérgamo, el Papa Francisco lo nombró Arzobispo para la Iglesia latina de Tierra Santa. El blasón episcopal escogido por Mons. Pizzaballa representa la ciudad de Jerusalén, y su divisa es «Sufficit tibi gratia mea» (te basta mi gracia) (2 Cor 12,9).
El prefecto señaló el hecho de que son numerosos en Tierra Santa, y en particular en el territorio latino, que todavía tienen «sed de justicia y de paz: dimensiones fundamentales de la existencia humana, que antes que revendicarlas ante los otros, deben ser deseadas y puestas en práctica en la relación de la Iglesia con las otras iglesias, además de llevarlas a cabo en el diálogo entre los creyentes judíos y musulmanes».
En la celebración participaron una treintena entre arzobispos y obispos, así como los mensajeros apostólicos en Israel, Palestina, Jordania, Líbano, Cuba, Singapur y Canadá. Estaban presentes también el arzobispo greco-melquita de Akko, el arzobispo maronita de Haifa, el vicario apostólico de Arabia y el de Estambul, además de los obispos nativos de Bérgamo. Participó también una delegación ecuménica, con el arzobispo Nektarios, enviado por el patriarca griego-ortodoxo de Jerusalem, y no podían faltar un buen número de franciscanos menos, en particular los que se ocupan de la Custodia de la Tierra Santa.