Una pequeña comunidad de tres frailes se ocupa de la parroquia latina de San José, colindante con la escuela llamada «Carmel School», que acoge 700 alumnos, entre chicos y chicas, a los que se les ofrece, además de una seria preparación escolástica, también una formación humana y espiritual.
El cualificado cuerpo docente prepara a los jóvenes para asumir sus propias responsabilidades tanto en el ámbito de la sociedad como de la familia.