Miles de jóvenes han acompañado al Papa, del 24 al 27 de enero en Panamá, con ocasión de las Jornadas Mundiales de la Juventud.
En medio de un clima de fiesta y colorido, el Papa Francisco no se ha privado de advertir a los responsables políticos latinoamericanos contra la corrupción que cangrena el continente, ya desde su llegada a Panamá.
El viernes 25 por la mañana, el Papa se dirigió a la prisión de menores de Pacora, cerca de Panamá. Por razones de seguridad y por respeto a los presos, la TV Vaticana no ha podido transmitir casi nada. Nos han llegado sin embargo algunos planos de un joven, de espaldas, arrodillado ante el Papa, que con su estola violeta en los hombros, miraba al joven con gran bondad, imagen de la «mirada del Señor», que no etiqueta ni condena, sino que ve a un hijo amado de Dios, una criatura de sus manos.
El Papa consagró la mañana del sábado 26 de enero para la consagración del nuevo altar de la catedral de Panamá. Después de haber sellado las reliquias de 4 santos, entre los cuales Oscar Romero y Juan Pablo II, el Papa Francisco ha derramado aceite sobre el altar que después ha extendido lentamente sobre el mármol blanco. De este modo consagraba el altar de la catedral de Panamá, bello edificio colonial en el corazón de la vieja ciudad, que después de sucesivos retoques, ahora con la nave blanca y el retablo barroco de estuco rosa, recuperan todo su esplendor.
A pesar de sus 82 años, el Papa no ha dudado en dirigirse a los jóvenes (en la tarde del 26 de enero) con el lenguaje de los youtubers y de Instagram para hablar del «sí» de María, tema de estas Jornadas Mundiales de la Juventud. María, la mujer más «mediática» con la que Dios… nos invita a arriesgar también nosotros nuestro «sí» y a confiar en el amor y las promesas de Dios para redescubrir la belleza y la esperanza. He aquí la sierva del Señor ; se haga en mí según tu palabra (Lc 1,38).
El Papa Francisco ha concluido las JMJ de Panamá, diciendo a los jóvenes: «Vosotros sois el hoy de Dios»… llevando en su corazón una oración por todo el continente : « abre nuestros ojos en esta noche; sálvanos de la parálisis, de la confusión, del miedo y la desesperación ».