Las campanas con su tañido festivo nos llaman siempre a la iglesia. Antiguamente la campana era la señal y el sonido para comunicarse. Existía el toque a rebato, que era una forma de anunciar un peligro inminente, el repiqueteo era rápido y constante. El toque a difuntos, que era un toque cansino y constante, todos sabían que había muerto alguien del pueblo. El toque a fiesta, que era alegre y se empleaban todas las campanas. El toque a nublo, pues pensaban que este sonido haría que la probable tormenta se esfumara. Y muchos más toques. En el pueblo de mis mayores se sigue tocando a misa, tres veces y con intervalos de 15 minutos. La primera, la segunda y la tercera. En muchos pueblos y en casi todas las ciudades se va perdiendo poco a poco esta tradición.
En los países de religión o mayoría musulmana es el almuédano el que llama a la oración desde el minarete, o torre que se encuentra en todas las mezquitas. La famosa giralda de Sevilla era parte de un minarete musulmán reconvertido en torre cristiana con sus campanas para llamar al culto cristiano.
En la basílica del Monte Carmelo poseemos cuatro campanas. La primera fue regalada por el Venerable Definitorio General de Roma al convento del Monte Carmelo. La segunda fue un obsequio de las Madres Carmelitas Descalzas de Lisieux. La tercera es un don de la comunidad de las Carmelitas Descalzas de Haifa. Así nos lo cuenta el cronista: «… tintinean con sus notas claras y recuerdan las primeras campanas que se oyeron en el pasado en Tierra Santa, sonaron desde la torre del Monte Carmelo». Las campanas se colocaron antes del Capítulo General de 1931 que se celebró en el Monte Carmelo.
Y esta mañana, al subir para ver la inscripción de la 4ª campana, he visto que ponía Ferdinando II Sicil, es decir fue regalada por el rey Fernando II. Y en la pag. 479 del libro del P. Florencio El Monte Carmelo pone lo siguiente: «Una cosa muy poco sabida es que las campanas del Carmelo fueron las primeras que se tocaron en Palestina después de la pérdida de Tierra Santa, porque hasta 1835 no se podían tocar». Eran dos campanas, en el campanario se halla la más grande. Sabemos que el fundidor era Pascual Danisi de Nápoles y fue fundida en 1837 en el Real Albergo de Polveri, Nápoles.
Las otras tres campanas fueron confeccionadas por P. Marinelli e Hijo. Agnone-Campobasso-Italia. Agnone es mundialmente famosa por la presencia de la Fundición Marinelli, una fábrica para la fundición y fabricación de campanas para iglesias. La fundición Marinelli exhibe una historia increíble: fue creada en el lejanísimo año 1040 y de manera increíble considerando su ubicación, se transformó lentamente en la más famosa fábrica campanera del mundo. La afirmación es confirmada por haber sido declarada «Pontificia Fonderia Marinelli» y puede exhibir en las campanas en ella fundidas el escudo del Estado Vaticano desde 1924.
Como hecho legendario las campanas del Carmelo tocaron solas en 1837 a la muerte del P. Honorio de Santa Teresa que había sido Prepósito General de la Orden y que mucho se había interesado por la reconstrucción de la iglesia y convento del Monte Carmelo. Tocaron solas el 12 de octubre de 1837. Fecha que coincidió con la muerte de dicho Padre. Leyenda o no, lo que sí que sabemos es de la existencia de estas campanas que a día de hoy siguen llamando a la plegaria en los días más señalados de la Orden.
P. Óscar I. Aparicio Ahedo, ocd.